·Santiago no forma parte del sistema. A pesar de haber servido en una Fuerza Armada, a pesar de haber luchado por el país, de ser un hombre disciplinado, de saber hacer “de todo un poco”, como le dice a la recepcionista de un instituto de educación técnica, no hay oportunidades para él. No hay créditos, como se lo hace saber el empleado de la tienda de electrodomésticos; no hay becas, como le indican en el instituto. Lo único que puede hacer es conseguir dinero, como sea. Luego, cifrará sus esperanzas en la educación, herramienta que, espera (supone) le permitirá conseguir sus metas, pero eso tampoco funcionará. No hay nadie que lo ayude a reconocer sus desequilibrios, no hay nadie que lo guíe: ni en su familia, ni en su entorno cercano, ni en su comunidad. Es un outsider pero no puede darse cuenta, y no hay nadie que pueda ayudarle a reconocerlo.