Es el mes de abril de 1910, en la localidad de Río de las Almas, en el este de Brasil. Un paraje desolado, desértico, como si estuviera “detrás del sol” y cuyo río sin agua, seco, hace del lugar un sitio donde sólo quedan almas, al decir de uno de los personajes. Esta expresión encuentra sentido a lo largo de todo el film, cuando enlaza con imágenes y relatos que hacen de la muerte y de la amenaza de desaparición, los grandes protagonistas del film.
La familia de los Breves está enfrentada desde hace tiempo con la familia Ferreira –terratenientes que viven en el campo lindero- con quienes se han disputado hectáreas de tierra sacrificando a sus hijos por orden de edad.
Entre los Ferreira encontramos al abuelo ciego, y a tres de sus nietos, dos hombres y una mujer. El resto de los personajes que componen el film son Clara, una saltimbanqui de circo trashumante, que puede bailar en las alturas y arrojar fuego por la boca, su padrastro y, muy secundariamente, el mercader del pueblo.
La trama comienza con la venganza de los Breves por la muerte de su hijo mayor, Inácio. El hermano que sigue en edad, Tonio, será el encargado de vengar el asesinato de su hermano, cobrando la vida de uno de los Ferreira. El hijo menor de los Breves, de nombre “muchacho”, o “Pacu” , como lo apadrinara otro personaje, será el narrador de la historia y el que pondrá en riesgo su propia vida para salvar del destino de muerte a su hermano mayor.
Pacú es un niño de aproximadamente once años. Trabaja cargando caña de azúcar desde el depósito hasta el molino –donde su padre dirige a los bueyes, y donde su madre y Tonio muelen la caña-, también cocina y ayuda en la preparación del azúcar en pan. En ese hogar, familia de pobres cañeros, donde al decir de la madre “los muertos entierran a los vivos”, o “los muertos mandan”, transcurre la película, que viene a ponerse en un momento de esta historia, al estilo de una tragedia griega, no para contarnos su origen sino su final.
Una escena que queremos recuperar es aquella en la que el hijo menor de los Breves (Pacú) reconoce en las labores cotidianas que realizan en el molino con los bueyes, antecedentes del trabajo de los esclavos. Indagar en la historia sociopolítica de Brasil, tanto a partir de las indicaciones temporo espaciales: Brasil, 1910; como por informaciones que provienen desde adentro del film, nos aporta elementos para considerar este tiempo como de refundación, o de transición entre tradición y modernidad. La esclavitud había sido abolida hacía muy pocos años (1888) y se estaba construyendo un nuevo mercado de trabajo y reconfigurándose el del comercio. En este marco, no sorprendería que los Breves hubieran sido en algún momento esclavos de los Ferreira, y luego de la abolición de la esclavitud, se hubieran quedado con una parcela para trabajar en la tierra y más tarde hubieran empezado a disputarse el espacio.