Tramas - Educación, imágenes y ciudadanía
Como en otras películas, la voz es la fuente principal de información sonora. Pero, dado que se trata de presentar el desarrollo emocional y la transformación del personaje de Miranda, la música y los sonidos cobran especial importancia en los momentos en los que está sola, recordando, tomando decisiones. En ocasiones el silencio es tratado con cuidado y respeto para concentrar la atención del espectador en las acciones y el entorno del personaje (las fotografías que está observando, su rostro preocupado o asustado en el espejo). En otras es la música incidental la que nos acerca a su mundo particular y a las transformaciones que sufre. Normalmente presente en los momentos de soledad del personaje, hace una aparición especialmente significativa para reforzar la idea de aislamiento emocional en el que se encuentra Miranda cuando, en la camioneta de Saúl este pone música tradicional en la radio y ella se aísla colocándose los audífonos de su reproductor de música. La imagen de Miranda, aislada con sus audífonos suele ser acompañada con el sonido lejano de la música que escucha a través de ellos, alejándola de la naturaleza del espacio que la rodea.
Otros dos momentos donde la banda sonora y la música cobran importancia dramática especial son, primero cuando despedida de la camioneta por Saúl camina unos cuantos kilómetros, sola en el medio de las alturas de valle y se cruza con un campesino que llora a sus llamas muertas por la sequía. El otro momento es el velorio del joven hijo de un amigo de Saúl, donde el llanto de las mujeres, el agua del riachuelo donde lavan sus ropas ensangrentadas y la música conforman una escena auditiva triste, que se va volviendo más fuerte, golpeando a Miranda (y al espectador).