Tramas - Educación, imágenes y ciudadanía
· Santiago
Santiago es el segundo de tres hijos. Su familia vive en un barrio marginal y maneja una pequeña bodega en el primer piso de la casa. En la misma casa viven el padre, la madre, el hermano mayor con su esposa y pequeño hijo y la hermana menor. Al comienzo de la película Santiago vive con ellos; se ha peleado con su mujer y no quiere volver a su casa. En un momento su padre le dice que tiene que irse, que siempre podrá volver y contar con su apoyo, pero que tiene que ir a solucionar sus problemas.
Santiago acaba de retirarse de la Marina después de servir seis años. Participó en la guerra del Cenepa y en la lucha contra la subversión. En acción era uno de los hombres principales y eso se lo recuerdan sus amigos excombatientes, con los que se reúne a conversar y a planear posibles salidas a la situación de desempleo en la que todos se encuentran. El suicidio de Rata, un excombatiente discapacitado y su mejor amigo, lo disuade de participar en el robo a un banco, planeado a partir del entrenamiento militar, “como una operación más”. Sin otra mejor opción, Santiago comenzará a hacer taxi por las calles de Lima.
Gracias a esta actividad podrá juntar dinero e inscribirse en un instituto técnico y comenzar a estudiar una carrera corta. Se ha pasado todo el tiempo pensando en un plan, una guía de acciones que le permitan superarse, como en una estrategia de batalla, donde cada paso lleva lógicamente a otro y donde, si todo se da como estaba planeado, el resultado es la victoria. Comienza a sentirse seguro, está consiguiendo lo que se propuso. Pero el equilibrio es débil: las personas y las situaciones no tienen la lógica del campo de batalla, las armas de la socialización y la educación no son tan fáciles de manejar como una metralleta. Santiago cree que ha controlado su vida los últimos seis años, en los que ha servido al país, pero sólo era parte de un aparato mayor en el que otros le daban órdenes claras que cumplir. Ahora, que está en Lima, el caos no es sólo el de esta ciudad desordenada que se lo come todo, también es el de su mente sin guía, sin libertad, sin capacidad de auto dirigirse. Ahora que nadie está sobre él, no sabe qué hacer.
Santiago y sus vínculos: sus mujeres
Uno de los logros más interesantes de la película es la construcción del protagonista en función a su relación con los personajes femeninos que lo rodean. Todas, en algún grado, son posibilidades de superación para Santiago, posibles partes de ese plan para salir adelante. Pero cada una de ellas, con una mente y una realidad distintas a la suya, terminará por frustrar sus expectativas.
· Mari, la esposa
Mari, la esposa de Santiago, trabaja en el Seguro Social. En los años de ausencia de él, ella aprendió a valerse por sí misma, a tomar decisiones. Cuando él regresó a Lima, ella no estaba esperando que él le dijera qué hacer. Eso lo desesperó. El conflicto hizo que se separaran y que Santiago volviera a casa de sus padres, buscando refugio y dónde comer. Esta pequeña mujercita, en su tranquilidad y claridad no se someterá a los deseos de su esposo si van contra los de ella. Al final, es la única capaz de tomar decisiones por sí misma, por su bienestar.
· La madre
Cansada, descuidada, resignada. La madre de Santiago es la sirvienta de todos en su casa. No tiene opinión propia, es la vocera de las decisiones del padre y nunca está en contra de ninguna, completamente sumisa. Cuando el padre decide que Santiago debe irse, ella se lo comunica. Cuando descubren juntos el abuso sexual del padre a la hija menor, en vez de apoyarse en Santiago para evitar que continúe, le pide que baje el arma, que se vaya, que se olvide de ellos.
· Elisa, la cuñada
Elisa está casada con Coco, el hermano de Santiago, un alcohólico desempleado que no hace más que golpearla y agredirla. Tienen un hijo completamente descuidado, que gatea solo por el piso de la casa, todo el día. Joven y seductora, sabe que desperdicia su vida casada con Coco, pero no hace nada por cambiar su situación. Nada, excepto seducir a Santiago, pidiéndole que la salve del loco de su hermano. Y eso es justamente lo que Santiago necesita, ¡una víctima qué rescatar! Pero para ella sólo se trata de un juego, algo que la distraiga de su realidad y su debilidad para cambiarla. Para Santiago será una de las peores decepciones, parte del espiral de descontrol que no podrá soportar.
· Andrea y las amigas del instituto
Jóvenes, guapas, divertidas, llenas de energía. Para Santiago, conocerlas será recuperar parte de su juventud perdida. Algo le atrae de la calma de Andrea, para ella no todo es juerga y bacilón, como para las demás. Pero ella tiene otras inquietudes que no entran en la imagen que él quiere tener. Al ser capaz de tomar la iniciativa lo castra, lo bloquea; las cosas no deben ser así, siente él. Para Santiago es el comienzo de la locura abierta a partir de la cual no podrá controlarse más.