Tramas - Educación, imágenes y ciudadanía
Cara de queso nos cuenta la historia de cuatro chicos judíos de entre 12 y 13 años de edad que veranean en “El Ciervo”, un country (barrio privado) ubicado en la localidad de Ezeiza que reúne a más de 100 familias de la misma colectividad. El verano parece transcurrir normalmente, pero las historias que allí suceden nos permitirán indagar sobre la construcción y sostenimiento de las identidades de los chicos y sus familias, y su relación con los otros.
El personaje principal de la película y narrador, Ariel –apodado infelizmente “Cara de queso”- y su grupo cercano de amistades, reciben constantes burlas y humillaciones provenientes de los otros jóvenes asiduos del lugar. Como veremos en esta película, las variadas historias que entrecruzan a las familias, giran en torno a las prácticas de discriminación que sufren y practican los miembros del lugar, como también a los estereotipos y prejuicios configurados alrededor del judaísmo. Estos episodios se verán atravesados por conflictos, solidaridades, angustias y castigos que nos van a permitir trazar algunas líneas de trabajo alrededor de temas relativos a la diversidad y la discriminación.
Cara de queso narra con ironía y mucho sarcasmo algunos episodios de discriminación entre los jóvenes, entre los miembros del country, como también pone en evidencia prejuicios y estereotipos que circulan en el interior y hacia afuera de la comunidad religiosa. Sin dejar de evidenciar dinámicas sociales y culturales más amplias, que reconocen al judaísmo como identidad históricamente discriminada, Winograd avanza en cuestionar aquellas actitudes y prácticas de la propia comunidad que refuerzan la exclusión. “Durante el Holocausto nos ponían en ghettos y nuestros padres, ya de grandes, hicieron lo mismo”, dice uno de los personajes. Estas prácticas segregativas y discriminatorias se multiplican en el film en nombre del resguardo de la diferencia cultural y de protegerse del intercambio con los otros. Las articulaciones poco probables por fuera de las fronteras del country, exacerbadas en el escenario fílmico, están poniendo permanentemente en juego una forma de relacionarse, de pensarse a sí mismos y a los demás.
La película muestra de forma muy interesante cómo, tanto en la autoafirmación colectiva como en la individual, los personajes encuentran mecanismos para sostenerse en el mundo. Intensifica la idea de que las identidades judías son sólo en función de la pertenencia a este grupo particular. No hay nada por fuera de ellas. La negativa a cruzarse y mezclarse con otros hace del mundo un micromundo, definido por los muros del country. Es decir, los personajes intentan cimentar su identidad en torno a valores, costumbres, prácticas y lugares al margen de otros aportes de identidad.
Proponemos que se detengan en la primera imagen con la que comienza la película: la vista aérea del country.
¿Qué características presenta ésta toma?, ¿cómo se representa el lugar?, ¿qué asociaciones resultan elocuentes con la afirmación anterior del holocausto?, ¿qué otras imágenes, o referencias a lo largo de la trama ofrece la película para pensar el country como ghetto?
¿Qué nos dice la mirada particular del director sobre el escenario que describe? ¿Qué acerca de la discriminación? ¿Cómo creen que influye al espectador que la primera imagen del film sea ésta?
Ariel, narrador en la película, no cuenta únicamente con sus palabras, sino también con su mirada. Podemos observar que el film está visto a través de los ojos de un niño de 12 años, que no es otro que el director recordando su infancia, sus miedos, y sus experiencias, en el lugar principal donde su familia y muchas otras familias judías pasaban las vacaciones con sus hijos.
“Decidí contar la historia de mi vida y de otros tres amigos. La película se llama así, porque así me decían los otros pibes del country y nunca supe por qué. La pasé mal en aquellos años", cuenta el Director en una entrevista realizada en Clarín a días de su estreno
Proponemos que se detengan en la primera escena de la película: aquella en la que Ariel es objeto de burlas y humillaciones por parte su amigo Cooper en el baño.
Nos interesa que puedan discutir cómo se transmite en la escena, (y pueden rastrearlo en toda la película), la mirada de niño. ¿Qué particularidades encuentran en el tratamiento audiovisual, en los planos, en la altura de los cuadros y las tomas? ¿Qué consideran que tiene en cuenta el realizador para crear la sensación de “mirada de niño”? ¿Cuáles creen hubieran sido las decisiones para crear un relato desde la perspectiva de los adultos?, ¿hubiera variado el tratamiento audiovisual? ¿De qué manera?
Argentina, mi país
La historia transcurre en la Argentina de la década de los ‘90, bajo el gobierno del Dr. Carlos Saúl Menem. En esta época el país, al igual que muchos otros países latinoamericanos, implementaba –a su manera- todos los mandatos neoliberales definidos en el Consenso de Washington en 1989. En términos generales, implicaba una mayor liberalización del mercado, un achicamiento enorme del gasto público con sus correlativas privatizaciones de las empresas estatales, y una tasa de cambio competitiva. La reforma política que se dio en Argentina estuvo signada por una profundización de la deuda externa, de la brecha entre ricos y pobres, de la corrupción, del cierre de fábricas y empresas, entre otras tantas consecuencias. La moneda argentina resultaba por esos años convertible al dólar estadounidense, generando una ficción de estabilidad monetaria que estallaría 10 años más tarde cuando las consecuencias de las reformas se tornaran insostenibles para la vida cotidiana de los habitantes.
En este contexto de falsa estabilidad, “vivir afuera” significaba una salida posible. La madre de Ariel, en tanto la economía familiar no prosperase tal como ella deseaba, viajaría a Israel, tal como lo habían hecho varias de sus amigas. Aprovechando el tipo de cambio fijo que en ese momento existía, y ante la posibilidad del fracaso, Israel se presenta como un lugar donde, si bien no es el país donde ellos viven, hay gente conocida que comparte el mismo tipo de valores, y otros judíos con los que tienen una afinidad que no se afinca ya en lo territorial.
El film recorta una problemática de perfecta actualidad: las identidades llamadas “minorías”, (mujeres, negros, judíos, discapacitados, etc.) en sus luchas por el reconocimiento, denuncian que sus identidades han sido históricamente encasilladas y estereotipadas, al mismo tiempo que devaluadas y marginadas. La exacerbación de estos encasillamientos muchas veces ha jugado en contra de quienes los denunciaban, cristalizando estas identidades, desalentando la convivencia entre grupos diferentes, considerando como amenaza o contaminación cualquier aporte o diferencia cultural, religiosa, de género, etc.
En la trama fílmica, el ghetto del que nos habla el director viene a proteger a sus habitantes de un afuera que históricamente los ha discriminado, perseguido, inclusive exterminado, poniéndolos “a salvo” de diferencias religiosas, sociales, culturales, etc. Sin embargo, es también el lugar donde sus integrantes tendrán que resolver problemas vinculados a la discriminación en la actualidad, especialmente los jóvenes, quienes la sufren en carne propia. La mirada sobre la vida cotidiana en el country permite encontrar entre jóvenes y adultos, y entre los propios jóvenes, actitudes discriminadoras.
La discriminación es uno de los modos que adopta la posición de los sujetos frente a lo diverso, lo diferente. Discriminar significa literalmente separar, distinguir, separar una cosa de otra. Puede tener una acepción positiva cuando es diferenciación y reconocimiento, y una acepción negativa cuando genera situaciones de desventaja o desigualdad de oportunidades. El uso cotidiano de la palabra discriminar se vincula con el prejuicio, y con la estigmatización del discriminado. Discriminar, en este sentido, supone llevar el prejuicio a la acción. Una acción negativa hacia el otro que implica un acto de expulsión respecto del colectivo del cual se diferencia a quien es discriminado. Esta expulsión puede ser física o simbólica, negando el derecho y/o usufructo de un bien social, material o cultural. En su versión extrema supone la eliminación física del otro .
La discriminación, entonces, está asentada sobre relaciones sociales asimétricas que se traducen en actitudes de rechazo, exclusión, segregación, humillación o negación del otro. Estas actitudes discriminatorias están motivadas por imágenes estereotipadas y prejuiciosas que un grupo mantiene sobre otro que son elaboradas a partir de una selección de rasgos que se consideran como características esenciales.
Como decíamos a los comienzos de este texto, la película tensiona al máximo los rasgos estereotipados asociados a las identidades judías. Al igual que la autoafirmación que realizan los miembros del country, en tanto judíos, como la que realiza el protagonista principal frente a su apodo “Cara de queso”, la radicalización de los estereotipos judíos en los personajes, en las historias, en las experiencias que elige contar, como en las imágenes que construye, son el punto de inicio del director, que creemos le permite discutirlos.
Como decíamos en un trabajo anterior, es en las formas en que pensamos, mostramos, representamos a los otros que se ponen en juego una serie de prejuicios, estereotipos, y estigmas. Los estereotipos, a la manera de un corsé, fijan e inmovilizan a las personas en una imagen congelada. Y esa imagen, además de perdurar en el tiempo, es resistente a los cambios y su fuerza radica en su simplicidad. Es común escuchar, por ejemplo, que “todos los judíos son tacaños”, “todos los negros bailan bien”, “todos los negros son haraganes”, etc.
Quizá nunca hayamos hecho negocios con judíos, pero diremos de ellos que son ventajeros, quizá nunca hayamos entrado a un barrio marginal, de emergencia, pero diremos que allí son todos borrachos.
Los estereotipos son enunciados en los que se generaliza una cultura a partir de algunos casos, y dan cuenta de representaciones uniformes, estáticas de la alteridad, iguales para todos los integrantes de una comunidad. Estos estereotipos se van construyendo desde el sentido común y, en muchas ocasiones, son alimentados también por el discurso de los medios, que dice “todos los bolivianos son...”, “todos los judíos son…”
Proponemos que identifiquen qué estereotipos están manifestándose en esta película y cómo se construye la oposición nosotros- otros.
Pueden comparar este film con la película “Testigo en peligro” (Peter Weir, 1984). La misma narra la historia de un policía norteamericano que se relaciona con la comunidad Amish. Se puede apreciar cómo es la relación entre los amish y la sociedad norteamericana, atendiendo a las actitudes discriminatorias de ambas partes.
Asimismo, podemos ver que el prejuicio también adjudica a las personas discriminadas valores, cualidades, incapacidades, responsabilidades o acciones que no han sido demostrados. La acción de discriminar basada en un prejuicio, o en varios, puede obedecer a la ignorancia o a la aceptación irreflexiva de un supuesto. Sin embargo, preferimos remarcar que la propagación de los estereotipos es mucho más compleja y no se reduce a un problema de ignorancia o de información errada. Muchas veces se ubica a determinados grupos en posiciones de inferioridad convirtiéndolos en instrumentos que sirven para legitimar situaciones de dominación y explotación, y de ninguna manera se trata de un ingenuo desconocimiento.
El escritor polaco Witold Gombrowicz escribía en su Diario: “No sé quién soy, pero sufro cuando me deforman, eso es todo.” La frase instala la pregunta por la identidad: No saber quién soy remite, por un lado, a lo inacabado de las identidades, a que quiénes somos no está definido de una vez y para siempre, sino que se construye permanentemente; y por otro, a la importancia de los otros, al nombrarnos, mirarnos, reconocernos en esa construcción. Muchas veces estas formas, como vemos en la película, pueden resultar dolorosas y vergonzosas. Allí, los nombres que etiquetan deformando a ciertas identidades, hacen sentir el sufrimiento de los personajes.
Les proponemos que ingresen al sitio web de la película www.caradequeso.com, y realicen el recorrido que propone la página para conocer a los diferentes personajes. ¿Cuáles son las características más destacadas de cada uno? ¿Cuáles creen que serían los aspectos de cada personaje que refuerzan estereotipos? ¿Y qué palabras discriminatorias encontramos –tanto en la página como en la película- que les duelen a los personajes?
Tal como estuvimos analizando, podemos ver que los personajes construyen sus identidades alrededor de la religión judía, y estos rasgos están evidenciados bajo un tono irónico e incluso en algunos casos, cínico. En un plano más teórico nos atrevemos a decir que en la construcción de las identidades intervienen cuestiones e interrelaciones entre la estructura (condiciones materiales) por un lado, y la acción de los sujetos por otro, donde se van construyendo relaciones sociales y marcos de regulación colectiva. Esto es una característica importante de las identidades: son construcciones sociales y en definitiva son relatos que las sociedades, los grupos y los individuos configuran sobre sí mismos, teniendo efectos muy concretos en la vida de las personas. Queremos enfatizar que la identidad no es algo obvio, que se desprenda de características biológicas innatas. Tampoco es algo acabado y estable, definido a priori. Aquello que somos se define en relación con los otros, en la medida en que los otros nos nombran y nos reconocen.
De acuerdo a la visión del director, y en el mismo sentido que estuvimos trabajando en esta guía, podemos decir que los personajes que viven en el country de la película tienen el deseo de minimizar la interacción e intervención de elementos extraños en su vida cotidiana. Por un lado, procuran desmerecer elementos de otras culturas, y por otro lado, realzar y ponderar sus usos y costumbres. Sin embargo, el director se toma el trabajo de desandar también aquellos prejuicios y estereotipos construidos alrededor de la comunidad judía, tales como la competencia, el interés por el comercio, la avaricia, el rol de “pesadas” de las madres y las mujeres (futuras esposas de judíos), la moda, las costumbres alrededor de las comidas, entre otras.
Los personajes de la película dialogan constantemente con aquellos mandatos aprehendidos acerca del “ser judío”. La inclusión en esta identidad supone la necesaria exclusión de todo aquello que quede por fuera de su cultura. Esta situación se ve reforzada al vivir en un barrio cerrado, compartir valores y experiencias únicamente entre los miembros de la comunidad. Toda otro elemento diferente a la identidad judía va a ser considerado amenazante, factor contaminante de sus rasgos esenciales. Vivir en una comunidad cerrada de “iguales” dentro de un mismo country les otorga la ilusión de que nadie puede traspasar las rejas y los muros, y por tanto, poder contaminar su identidad. La película pone en tensión los mecanismos de auto segregación que construyen los habitantes del country para preservar intacta su identidad.
Les proponemos leer el siguiente fragmento del cuento de Edgar Allan Poe, “La máscara de la muerte roja” , e intentar establecer algunos paralelismos entre aquellos convidados a la fiesta de disfraces, congregados en un castillo y amenazados por una epidemia, y la vida de estas familias que intentan, desde las palabras y las acciones, impermeabilizarse ante el mundo exterior. Para un análisis más profundo sugerimos leer el cuento completo.
“La "Muerte Roja" había devastado el país durante largo tiempo. Jamás una peste había sido tan fatal y tan espantosa. La sangre era encarnación y su sello: el rojo y el horror de la sangre. Comenzaba con agudos dolores, un vértigo repentino, y luego los poros sangraban y sobrevenía la muerte. Las manchas escarlata en el cuerpo y la cara de la víctima eran el bando de la peste, que la aislaba de toda ayuda y de toda simpatía, y la invasión, progreso y fin de la enfermedad se cumplían en media hora.
Pero el príncipe Próspero era feliz, intrépido y sagaz. Cuando sus dominios quedaron semidespoblados, llamó a su lado a mil caballeros y damas de su corte, y se retiró con ellos al seguro encierro de una de sus abadías fortificadas. Era ésta de amplia y magnífica construcción y había sido creada por el excéntrico aunque majestuoso gusto del príncipe. Una sólida y altísima muralla la circundaba. Las puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro, los cortesanos trajeron fraguas y pesados martillos y soldaron los cerrojos. Habían resuelto no dejar ninguna vía de ingreso o de salida a los súbitos impulsos de la desesperación o del frenesí. La abadía estaba ampliamente aprovisionada. Con precauciones semejantes, los cortesanos podían desafiar el contagio. Que el mundo exterior se las arreglara por su cuenta; entretanto era una locura afligirse. El príncipe había reunido todo lo necesario para los placeres. Había bufones, improvisadores, bailarines y músicos; había hermosura y vino. Todo eso y la seguridad estaban del lado de adentro. Afuera estaba la Muerte Roja.”
Otra forma que encuentran estos personajes para reafirmar su identidad judía dentro del country es participando de las actividades que el club propone. Sin embargo, en la familia de Ariel, la madre vive un gran descontento ya que, si bien ella baila Rikudim en el grupo de danza, su marido no practica ningún deporte ni se integra con los diversos colectivos del country, situación que genera fricciones y reproches en el ámbito familiar.
Los habitantes del country, en reiteradas oportunidades, han mencionado y desprestigiado a personas que no fueran judías a partir de ciertas expresiones, por ejemplo a través del léxico goy, que se refiere despectivamente a cualquiera que no sea judío (aunque también es utilizado en forma peyorativa por judíos hacia otros judíos a quienes se les reprocha su poco compromiso religioso). Otro vocablo utilizado por los personajes es el término shikse, que refiere de manera discriminatoria a la empleada doméstica que, por un lado, pertenece a otro grupo étnico (en este caso argentino), a otra clase social, y tiene también la cualidad de ser de género femenino. Podemos ver cómo, en una escena donde participan los amigos, no sólo se habla y se utiliza el término shikse, sino que se tiene la creencia de que, con esta mujer, los jóvenes judíos tienen derecho a tener relaciones sexuales.
Proponemos centrarnos en la escena en que uno de los chicos va hasta el
cuarto de la empleada doméstica y la sorprende con un beso.
¿Cómo
es la fisonomía de la chica? ¿Qué rasgos presenta? ¿Cómo es el cuarto
donde está durmiendo? ¿Qué diferencias y similitudes tiene con las
habitaciones donde circulan los personajes principales?