Tramas - Educación, imágenes y ciudadanía
El documental muestra los trayectos recorridos por siete niños y su maestra para llegar a su escuela en la fría puna del departamento de Lima, dando cuenta de las duras condiciones en las que se desarrollan sus vidas y el proceso educativo en esta zona.
El documental muestra los trayectos recorridos por siete niños y su maestra para llegar a su escuela en la fría puna del departamento de Lima, dando cuenta de las duras condiciones en las que se desarrollan sus vidas y el proceso educativo en esta zona.
En la comunidad Ajos del Corral, de Yauyos, viven los hermanos y primos Velásquez, en una sola casa. Son siete niños, de los cuales cuatro están en edad escolar. Por lo que puede apreciarse, sus familias viven del pastoreo de ovejas. Además, tienen algunas gallinas y conejos.
A las 4:30 de la mañana, los mayores ya se han levantado. Hay varias cosas que hacer en la casa antes de ir a la escuela: alimentar a los animales, limpiar, hacer las tareas escolares que no se hicieron en la noche, tal vez por el cansancio. Recién después de dos horas se les ve desayunar y prepararse para ir a la escuela. Por delante tienen más de dos horas de camino, en medio de la puna, cruzando ríos y montañas. Ya alguna vez uno cayó al agua y estuvo a punto de morir. A pesar de eso, siguen yendo a esa escuela que les queda tan lejos: es que no hay otra.
Más tarde, cuando regresen a casa, después de otras más de dos horas de camino, los mayores pastorearán las ovejas, les darán de comer, todos ayudarán a la limpieza del corral, prepararán la comida para la gente de casa. Luego, si se puede, harán las tareas, después dormirán. “Ya estoy cansado, ya”, dice uno de ellos.
La maestra Dalila Huapaya vive en Tinco, otra comunidad de Yauyos. Para llegar a Chaucha, donde queda la escuela, los lunes toma un bus que hace tres horas de camino. Se queda en Chaucha hasta el viernes, pasa sólo los fines de semana en Tinco, con su esposo e hijos. Se queja de la soledad, del frío, de la falta de infraestructura, de materiales. En clase disfruta de sus alumnos. Su rostro es como el de las madres de los niños Velásquez, pero su habla no es la de los campesinos: su castellano es correcto y tiene la formalidad de la autoridad.
Les proponemos se detengan en la Lima rural que describe el film, específicamente en la comunidad Ajos del Corral, de Yauyos, donde viven los protagonistas.
¿Qué características se destacan de la geografía del lugar? ¿con qué imágenes? Señalen aquellos elementos que se destaquen o resulten enfatizados en la película. Pueden ubicar en un mapa, e investigar en libros cómo se presenta al lugar, y establecer comparaciones con la versión fílmica.
Indaguen cómo es la relación de los protagonistas con el lugar donde viven. Qué lugar tiene la escuela, el trabajo, la política, las tareas de la casa o las labores del campo en sus vidas. ¿cuáles son sus expectativas, sus sueños, sus dolores?.
¿Qué lugar deja el relato para imaginar otros futuros posibles?, ¿Hay imágenes felices en el film? ¿Cuáles?
Son cuatro los niños Velásquez que van a la escuela: dos niñas y dos niños. Los cuatro salen juntos de la casa en la mañana, los cuatro han hecho sus tareas, en la madrugada o en el desayuno, a la menor su madre y su hermana (o prima) la ayudaron con una pregunta que no sabía responder. Uno de los niños se queja de todo lo que tiene que hacer aparte de ir a la escuela; dice estar ya cansado.
En la escuela, además de la maestra Huapaya, está el director. Suponemos que en su hogar su esposo asume muchas responsabilidades con los hijos, pues ella no puede estar con ellos más que los fines de semana.
· La exclusión económica
El registro de una experiencia educativa en cualquier zona rural del Perú siempre demuestra la dura situación por la que pasa el sector. Y con él, la vida de los pobladores en general. Uno de los niños Velásquez dice: “Al presidente del Perú le pediría que nos ayude más, que nos estamos yendo todos a la pobreza; ya ni hay en qué trabajar”. La percepción (y la realidad) es la de un abandono del Estado, la de su ausencia en todos los aspectos de la vida.
· El valor de la educación
Son duras las condiciones, es peligroso el camino, es mucha la necesidad de manos en el trabajo del hogar, con los animales, pero esta y otras familias reconocen necesario, primordial, enviar a sus hijos a la escuela. Probablemente sólo terminen la educación primaria, la más básica, pero en ella hay un valor que no se pueden negar.
Les proponemos que vuelvan a la reflexión de uno de los protagonistas, “Al presidente del Perú le pediría que nos ayude más, que nos estamos yendo todos a la pobreza; ya ni hay en qué trabajar”.
Indaguen sobre las perspectivas políticas y económicas que predominan en el film. ¿Qué repercusión encuentran sobre las condiciones sociales, culturales y educativas?. Ensayen un perfil político y económico- productivo del país para el contexto del 2004 en el que se ubica la película. ¿Las condiciones de pobreza y abandono del Estado que presenta el film es una situación generalizable del país o exclusiva de la diversidad regional?
·Son cuatro los niños Velásquez que van a la escuela: dos niñas y dos niños. Los cuatro salen juntos de la casa en la mañana, los cuatro han hecho sus tareas, en la madrugada o en el desayuno, a la menor su madre y su hermana (o prima) la ayudaron con una pregunta que no sabía responder. Uno de los niños se queja de todo lo que tiene que hacer aparte de ir a la escuela; dice estar ya cansado.
En la escuela, además de la maestra Huapaya, está el director. Suponemos que en su hogar su esposo asume muchas responsabilidades con los hijos, pues ella no puede estar con ellos más que los fines de semana.
· La exclusión económica
El registro de una experiencia educativa en cualquier zona rural del Perú siempre demuestra la dura situación por la que pasa el sector. Y con él, la vida de los pobladores en general. Uno de los niños Velásquez dice: “Al presidente del Perú le pediría que nos ayude más, que nos estamos yendo todos a la pobreza; ya ni hay en qué trabajar”. La percepción (y la realidad) es la de un abandono del Estado, la de su ausencia en todos los aspectos de la vida.
· El valor de la educación
Son duras las condiciones, es peligroso el camino, es mucha la necesidad de manos en el trabajo del hogar, con los animales, pero esta y otras familias reconocen necesario, primordial, enviar a sus hijos a la escuela. Probablemente sólo terminen la educación primaria, la más básica, pero en ella hay un valor que no se pueden negar.
Les proponemos reflexionen sobre el abordaje audiovisual en esta película tratando de explicitar cuáles consideran que han sido las opciones y finalmente las decisiones adoptadas por el realizador para representar la historia que se nos cuenta.
¿qué se muestra?, ¿cómo nos convoca el relato ? ¿qué formas de mirar se hacen predominantes?
¿Cuáles consideran han sido las preocupaciones del realizador al contar esta historia?, ¿qué cuidados encuentran estuvieron presentes: en torno a los protagonistas, a las voces que se incluyeron, a las imágenes que se seleccionaron, a lo que se mostró y a lo que quedó por fuera.
Como decíamos más arriba, los hechos o situaciones más dramáticos de la historia encuentran tope en la narración audiovisual. No se muestra todo lo que podría mostrarse, no se satura de imágenes dolorosas, desesperanzadas, o , en las imágenes, en los testimonios, un tono donde la dificultad y la desesperanza no obturan la posibilidad de ver, de saber, de conmoverse y ello, posiblemente encuentra su logro en...
Las diferentes voces (de los niños, de los adultos, de los campesinos, de la maestra) y el silencio son las principales herramientas sonoras del documental.
El caso de las voces retrata de manera sutil las expectativas que los pobladores del campo pueden hacerse respecto a la educación. En una de las primeras escenas está la madre preparando el desayuno, mientras que la niña menor termina su tarea ayudada por la mayor. “Añu”, dice la pequeña. “¡‘Año’, hija! ¡con ‘o’!”, corrige la madre. El saber supone la marca de la corrección, eliminar el habla “motosa”, diferenciarse de los que hablan mal el español, de muchos otros campesinos.
Lo contrario es el habla de la maestra, la autoridad de la instrucción. Su habla, que busca ser siempre correcta, mostrando un vocabulario amplio (hablando de la falta de luz eléctrica en la zona: “…a veces, para poder realizar nuestra clase es un poquito dificultoso… Es un pequeño problema, o un percance…”) es el ejercicio de esa autoridad.
El silencio es el permanente compañero de los pasos de todos los personajes: el exterior es inmenso y hay tan poquita gente. Los restos silenciosos de la mina también nos hablan de ese abandono, de la soledad. La inmensidad no suena a nada, hasta el río se pierde en el silencio del abandono.
* Otras películas
Alejandra, maestra de escuela de Christian Declercq Medina (Documental. Perú, 2006)
Alejandra es maestra en una escuela unidocente en Vichica, pequeño pueblo de la provincia de Yauyos, en plena sierra del Sudeste de Lima. Después de irse de la escuela del pueblo de Achin a causa de actos delincuenciales y amenzas de muerte contra ella, Alejandra regresa al pueblo donde nació y decide reabrir su escuela, cerrada desde hace varios años.
Ser y tener (Être et avoir) de Nicolas Philibert (Documental. Francia, 2002)
Un maestro de una escuela unidocente en la Francia rural y su heterogéneo grupo de alumnos de varias edades, orígenes étnicos y niveles de energía, compartirán a lo largo del año escolar, la experiencia vital del aprendizaje y la convivencia.